viernes, 6 de diciembre de 2013

EL SILENCIO DE LOS CORDEROS,AL MATADERO

Los recortes obligan a la sanidad pública a funcionar con 3.000 millones y 52.000 sanitarios menos

El Gobierno exige que la inversión sanitaria se rebaje aún más, hasta dejar el gasto en un 5,4% del PIB
Listas de espera, reducción de prestaciones y copagos son las consecuencias inmediatas.UN NO PARAR DE RECORTAR.

El gasto sanitario representa el 9,3% del PIB.

La sanidad pública española funciona desde 2009 con recursos cada vez más menguados. Hospitales, consultorios y centros sanitarios están obligados a cuidar de la salud con más de 3.000 millones de euros de recorte. Y con un 10% menos en su dotación de personal: 52.000 profesionales fuera del sistema, según los datos del segundo trimestre de la Encuesta de Población Activa (EPA).

Los presupuestos de 2013 consignaron 59.983 millones en lugar de los 67.393 de 2010: 3.983 millones menos, un 5,9% de descenso

En todo caso, hay que remontarse a 2007 para hallar una aportación de ese nivel. En aquel año no había crisis y el PIB español (la riqueza global del país) se colocó en 1,053 billones de euros. Un 3,5% más que el año anterior y 27.000 millones más que cinco años después, en 2012.

El gasto sanitario en España en 2011 representó el 9,3% del PIB (98.860 millones). Está muy por debajo del 17% de EEUU, del casi 12% de Francia o de los Países Bajos y del más del 10% de Alemania, Suiza, Canadá o Austria. Supera por poco a Reino Unido, Islandia y Noruega, según el listado de la OCDE.

El futuro no es mejor,será mucho peor:OBJETIVO  PRIVATIZAR

Con estas cifras en la mano, el Gobierno de Mariano Rajoy ha dispuesto en su Programa Nacional de Reformas 2013 que el gasto sanitario se desplome hasta el 5,4% del PIB en 2016. Si a cada punto del PIB le se atribuyen 10.000 millones de euros, el 5,4% significarían 54.000 millones.

Menos recursos, menos personal, menos material... ¿Puede no notarse? Entre las repercusiones más patentes de esta nueva organización del sistema sanitario está la reducción de la actividad sanitaria.

Consecuencias: casi se triplica el porcentaje de pacientes que esperan una intervención durante más de seis meses (del 5,6% en 2009 al 16,5% en 2012, según el Ministerio de Sanidad), y el tiempo medio de demora ha pasado de 67 a 100 días. También se han ido perdiendo prestaciones. El Gobierno ha introducido el copago en la cartera de servicios suplementarios como la ortopedia, los productos dietéticos o el transporte sanitario. Además, el copago por parte del enfermo se ha instaurado en las farmacias y en las medicinas hospitalarias.

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